Wiseri
Seguramente todos recordamos nuestra primera entrevista de trabajo. La primera vez se recuerda siempre; por los nervios, las inseguridades, los consejos aprendidos de un libro…
Normalmente durante la conversación estábamos pendientes de tantas cosas que ni siquiera nos enteramos bien de las condiciones del puesto que solicitábamos. Puede incluso, que en alguna ocasión eso haya hecho que salieseis de la sala arrepintiéndoos de haber dicho esa frase o de no haber resaltado aquel otro punto del CV.
Pero las siguientes veces irían mejor, con la experiencia, como en todo, se adquiere soltura aunque siempre hay una serie de puntos a tener en cuenta, ¿o no?
Existen cientos de recomendaciones que llenan catálogos, libros o incluso son objeto de largas conferencias pero a la hora de la verdad (normas de comportamiento evidentes aparte) la naturalidad es el punto clave. Siendo uno mismo, reconociendo tanto los errores como las virtudes y haciendo siempre hincapié en la disponibilidad para mejorar será más fácil ser percibido como alguien creíble y por lo tanto de confianza.
El conflicto aparece cuando dejamos de ser cómo somos para pasar a ser cómo quiere la empresa que seamos o, más bien, como creemos que la empresa quiere que seamos…
Este es un aspecto que podemos apreciar con claridad en las entrevistas o dinámicas de grupo que algunas veces se incluyen en los procesos de selección.
Ante un ejercicio con otros futuros o posibles compañeros tendemos a pensar que la empresa busca que probemos nuestro carácter de liderazgo y es por eso por lo que intentamos resaltar lo más posible dejando a un lado nuestra timidez fingiendo ser más decididos de lo que somos.
Dejando de lado el hecho de que el resultado más común con esta actitud puede ser que nos atropellemos con otros compañeros que han pensado lo mismo que nosotros por lo que puede que la prueba llegue a ser un caos… ¿Qué ocurre si el perfil que busca la empresa es el de una persona pausada, que sepa acatar decisiones y órdenes sin intentar continuamente imponer su opinión?
Habríamos estado perdiendo el tiempo cuando si nos hubiéramos mostrado desde el principio tal cual somos lo mismo hubiéramos encajado más en el perfil y nos habrían dado el trabajo…
Por lo tanto, la única norma que sí que debemos recordar es la de ir siempre con la verdad por delante. Lo demás vendrá solo.
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