miércoles, 25 de mayo de 2011

Navegar en la oficina por trabajo u ocio

Miradas / Por Jorge Mosqueira

El 40% del tiempo que los empleados usan en Internet se destina a fines no laborales

Domingo 15 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa
 
No hay dudas de que Internet se ha instalado en la sociedad de todo el planeta, cumpliendo distintas funciones. Sus aplicaciones son tan vastas como variadas. Puede ser una fuente de información, motivo de entretenimiento, canal de comunicación, medio de aprendizaje y enseñanza, recurso publicitario además de otros usos. Como era de esperar, también invade la actividad laboral, aunque con distintos matices.
Quienes han hecho sonar la campana de alarma más fuertemente son aquellos que detectaron, con enorme preocupación, que los empleados utilizan Internet para otros fines que no son estrictamente laborales. El estudio de la consultora IDC sobre tendencias en las tecnologías de información nos entrega interesantes resultados. Entre el 30 y el 40% del tiempo de navegación de los empleados está dedicado a visitar páginas no relacionadas con el trabajo. El 60% de las compras se realizan de 9 a 17. El tráfico de pornografía o bajadas de programas ilegales también se incluye en este horario, en un 80 por ciento.
La utilización extra laboral de Internet provoca pérdidas en Estados Unidos cercanas a los US$ 8000 millones anuales. Como contrapartida, el 77,7% de las corporaciones controla a sus empleados, revisando sus e-mails y la actividad online. Han surgido así las Políticas de Uso Aceptable, que incluyen una lista de prohibiciones sobre el acceso a Internet. "El principal objetivo de estas políticas es eliminar cualquier expectativa por parte de los empleados de que el uso de sus comunicaciones, ordenador o Internet en el puesto de trabajo son confidenciales, por lo que deben prohibir cualquier uso de las comunicaciones que no esté relacionado con el trabajo", aconseja David Kelleher, analista de investigación y comunicación en GFI Software.
En verdad, la cuestión del uso del tiempo y materiales de trabajo es muy anterior al arribo de Internet y muy difícil de tomar por las astas. Encontramos a un empleado leyendo el diario. ¿Merece una sanción? Depende. Tal vez estuviera buscando proveedores, detectando tendencias en el mercado o movimientos de la competencia. Un cadete puede estar enriqueciendo la espera de la próxima entrega informándose sobre posibles problemas de transporte. O leyendo los comentarios sobre el partido del domingo.
Controlar el uso de Internet en horarios de trabajo parecería ser una tarea más ardua que contener el océano en una cucharita, pero lo que puede ser más grave es que consideremos al tiempo laboral con estándares del siglo XIX. Acordemos que quienes tienen frente a sí una computadora no suelen ser operarios a los que se les controla cuántas piezas hacen por hora.
Hay factores clave que influyen decisivamente en el mayor o menor uso extra laboral de Internet. El primero es la distribución del trabajo, que puede estar desequilibrada. El segundo, y más importante aún, es la relación del empleado con su tarea: Internet puede ser un buen medio para mitigar el agobio. Por último, son puestos que se pueden evaluar por objetivos y no por permanencia física o intelectual. Como apunta Eva Gallardo, participante de un debate promovido por Factor Humano, hay que averiguar si el uso de Internet en horarios laborales y la baja de la productividad es causa o consecuencia.
jorgemosqueira@gmail.com

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