martes, 27 de septiembre de 2011

Un empleo de calidad.


En un trabajo donde no existen reglas claras, donde nadie sabe que estará haciendo mañana con la sensación de que empeorara el panorama transgrediendo los acuerdos preexistentes, donde no existen guidelines ni esta definido el Job description y no se sabe que hay que hacer, el empleado vive sentimientos diversos, desde ansiedad y alteración, hasta desesperanza. Surge la necesidad de empezar a buscar ofertas para un nuevo empleo donde se satisfagan necesidades básicas como la seguridad laboral y el respeto a las condiciones pactadas. Las personas sometidas a este tipo de situaciones, bajo presión, y/ un empleo no equitativo con el esfuerzo del empleado, al mantenerlas un tiempo prolongado pueden empezar a experimentar miedo y a bajar su autoestima pudiendo iniciar un proceso de depresión.
Trabajar en un proyecto en el que la persona se siente "sin respaldo" genera cambios en la productividad. Aunque el empleado cumpla con sus objetivos, no llegará a comprometerse del todo porque sospecha, intuye o sabe que la empresa no le dará un apoyo para mejorar su situación.
Según una investigación sobre la relación entre salud mental y las condiciones de trabajo, realizada por el Centro de Investigación de Salud Mental de la Universidad Nacional de Australia, estar desempleado es peor para la salud mental. En el estudio también se comparó con aquellos que están en un puesto sin prestaciones laborales o donde carecen de incentivos, en estas circunstancias, las supuestas ventajas de tener empleo desaparecen.
Hay ciertas circunstancias que facilitan la baja productividad laboral, entre ellas, la tendencia de las empresas exigir el cumplimiento de trabajo extra, en fines de semana o fuera de horario (cuando no les corresponde); limitar permisos en situaciones delicadas; prometer recompensas por sacar un proyecto y que éstas no se cumplan y negar prestaciones.
Equipo – equilibrio emocional – cultura sustentada en valores relaciones interpersonales – incertidumbre – tension – resistencia – union – cooperacion – confianza – integridad
Si bien carecer de trabajo es preocupante, hay otra situación que genera gran estrés: desempeñarse en un empleo de mala calidad.

"Esto puede causar mayor depresión", señala una investigación sobre la relación entre salud mental y las condiciones de trabajo, realizada por el Centro de Investigación de Salud Mental de la Universidad Nacional de Australia y publicada por CNNExpansión.com
Los resultados del análisis -que incluyó entrevistas con más de 7.000 personas- refieren que, por regla general, estar desempleado es peor para la salud mental. Sin embargo, en el estudio también se comparó a quienes no trabajan con aquellos que están en un puesto sin prestaciones laborales o donde carecen de incentivos, en estas circunstancias, las supuestas ventajas de tener empleo desaparecen.
El desempleo puede generar un ciclo que incluye varias fases: se empieza por depresión, después hay pérdida de control personal y finalmente se empeora el estado de salud, sugiere un informe de la Universidad de Michigan, publicado por la American Psychological Association.
Para Eugenia Franco, psicóloga industrial adscrita a la UNAM, trabajar en un proyecto en el que la persona se siente "sin respaldo" también genera cambios en la productividad. Aunque el colaborador cumple con sus objetivos, llega a ser incapaz de comprometerse al 100%, porque sabe que la firma no dará un apoyo a cambio para mejorar su situación.



"El empleado vive sentimientos muy diversos, desde ansiedad y alteración ante una petición de sus jefes, hasta desesperanza, problemas para levantarse e ir al trabajo, deslealtad y surge en él o ella una necesidad constante de ver más ofertas. Si no encuentra rápido un lugar a dónde moverse, la persona podría empezar a experimentar miedo e, incluso, creer que no es buena para estar en una oficina donde reciba más reconocimiento y apoyos", advierte la psicóloga.
El estudio de la Universidad de Australia, publicado en la revista Occupational and Environmental Medicine, sugiere que los puestos laborales de mala calidad se asocian con una fuerte inseguridad laboral, y un desequilibrio entre la remuneración frente al esfuerzo que da el profesionista.

Además, la salud mental de los empleados, en ese tipo de proyectos, se deterioraba más rápido al paso del tiempo, señala CNNExpansión.com.
Existen, en opinión de Franco, varios escenarios que propician una baja en la productividad del empleado. Entre éstos, menciona la tendencia de las empresas a pedir que sus colaboradores trabajen fines de semana (cuando no les corresponde); limitar permisos en situaciones delicadas; prometer recompensas por sacar un proyecto y que éstas no se cumplan y negar prestaciones (como sistema de salud) aunque la organización esté obligada a darlas,


El líder debe ser un experto de todo lo que se encuentre relacionado con la naturaleza humana pues, ciertamente, debe liderar a personas humanas. El líder debe ser un experto conocedor de la corporeidad del ser humano, de sus aspectos psíquicos y emocionales, de su estrato mental e intelectual Es con ellas, en el fragor del equipo, que puede lograr las visiones colectivas por él propuestas En el caso del liderazgo, al tratar con personas humanas, el líder debe ser un conocedor profundo de la realidad y naturaleza del ser humano
El líder es el que ve, según cierta claridad mental e intelectual, lo que es disfuncional, incorrecto o inadecuado en algunas de las partes constitutivas de algo o de alguien. Este algo o alguien puede ser una persona, un proceso o una cosa. El líder, además de verlo, lo separa, lo quita y lo poda. De esta manera y según este modo de entender, el líder es el que remueve aquellas partes de las cosas, de las personas o de los procesos que les impiden crecer, desarrollarse y ser genuina y plenamente lo que son o aspiran a ser, en forma natural. El líder es un curador de personas y de cosas que no funcionan bien, ya que puede vislumbrar en las mismas lo que les impide progresar, y les ayuda a removerlo, no sin cierto dolor que puede producir quejas.

1.Tener estructuras simples y organizaciones con mínimos niveles jerárquicos, con desarrollo humano y formación interna de las funciones ejecutivas. Tener flexibilidad y rapidez en las decisiones. Operar con las ventajas de la empresa pequeña, que son las que hacen grandes a las grandes empresas.
2.Mantener la austeridad en tiempos de “vacas gordas”. Esto fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo de la empresa. Asimismo, evita los amargos ajustes dramáticos en las épocas de crisis.
3.Estar siempre activos en la modernización, crecimiento, capacitación, calidad, simplificación y mejora incansable de los procesos productivos. Incrementar la productividad, competitividad, reducir gastos y costos guiados siempre por las más altas referencias mundiales.
4.La empresa nunca debe limitarse a la medida del propietario o del administrador. No sentirnos grandes en nuestros pequeños corralitos. Mínima inversión en activos no productivos (por ejemplo, Grupo Carso siempre tuvo sus oficinas en las plantas de las empresas industriales; ahora que da un giro comercial, tendrá oficinas públicas).
5.No hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad en los objetivos y con conocimiento de los instrumentos para lograrlos.
6.El dinero que sale de la empresa se evapora. Por eso reinvertimos las utilidades.
7.La creatividad empresarial no sólo es aplicable a los negocios. También es la solución de muchos de los problemas de nuestros países. Lo que hacemos a través de las fundaciones del grupo.
8.El optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos. Esto es de mi padre.
9.Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo.
10.Nuestra premisa es y siempre ha sido tener muy presente que nos vamos sin nada; que sólo podemos hacer las cosas en vida y que un empresario es un creador de riqueza que la administra temporalmente.


Lealtad

Todas las empresas desean contar con empleados fieles, comprometidos y constantes porque garantiza solidez y seguridad en nuestros negocios y nos permite proyectar con optimismo. Para ello, es fundamental comprender que la meta es hacer aquello que es mejor para el cliente, no lo que es mejor para uno mismo.


Muchas empresas trabajan con el sistema “de afuera hacia adentro” (poniéndose en lugar del empleado), en lugar del  “de adentro hacia afuera” (mirando a través de los propios ojos).
Cuando una empresa trabaja “de adentro hacia afuera”, con la atención puesta en los valores, tiende a indicarle al empleado cómo son las cosas. Pero con el nivel de movimiento y competencia del mercado ese enfoque ya no resulta. Los buenos empleados pueden encontrar otra empresa que le ofrezca lo mismo o que pueda satisfacer sus necesidades de otra manera, ya sea monetariamente, desarrollo profesional o ambiente laboral.
Lo recomendable de mantenerse en el sistema “de afuera hacia adentro” es manejarse de una forma que sea estimulante y ejemplificadora como:
·       Promover un sistema de valores inquebrantables en la compañía, donde conductas que demuestren compromiso,  respeto, eficiencia,  esfuerzo, confianza, lealtad, justicia y  verdad, sean premiadas o reconocidas.
·       Conocer al empleado. Disponer de un tiempo para encontrarse, para hablar, o crearlo a través de una actividad de team building y analizar las reacciones de cada uno en cada situación.
·       Ser modelo de conducta. Crear un entorno en el cual los empleados puedan tomar decisiones en el nivel táctico. Los dirigentes deben ser el modelo de la conducta que los empleados deben tener; no “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago.”
·       Crear un sistema de servicio al empleado donde pueda encontrar orientación respecto a los temas más comunes a través de especialistas.

La pregunta que piensa un empleado es: “¿Cual es mi beneficio de pertenencia?” Sugerencias:

·       Garantizar la igualdad y disponibilidad de todos los beneficios ofrecidos por la compañía.
·       Cumplir promesas. Solamente se debe prometer lo que sabe que puede cumplir. La transparencia en los actos es apreciada por todos.
·       Mantenerse firme en las decisiones y definiciones tomadas. Cambiar el discurso según la conveniencia es el primer error que desencadena la falta de confianza a futuro.
·       Respaldar a los empleados si les ocurre un problema, garantizar que será escuchado, que tendrá derecho a replica, hacerlo sentir parte importante de la compañía. Si tiene un inconveniente, usted se va a ocupar de ayudarlo a resolver o brindarle la disponibilidad de que el lo haga criteriosamente.
·       Brindar entrenamientos periódicos, necesarios para cada proceso y mejorar los mismos cuando sea necesario. Esto aumenta las posibilidades de que un empleado que recién ingresa pase por un periodo no traumático y se sienta contenido.
·       Ofrecer horarios flexibles para los empleados. El tiempo es sumamente valioso para todos. Otorgar esta flexibilidad compromete al empleado a responder de la misma manera con buena predisposición.
·       Compartir las novedades con los empleados. Sumar valor agregado con información sobre las novedades, ingresos, beneficios, actividades, etc. de la compañía. Asimismo promover un lugar virtual de encuentro entre los empleados, donde puedan compartir intereses, conocerse, promover actividades.
·       Expresar reconocimiento a los empleados con tiempo en la empresa por su fidelidad y compromiso.
 

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